Importante

A partir de ahora, la nueva dirección para contactar con

Itinerantes,
Psicología, cultura y migración

es:



http://psicologiaymigracion.blogspot.com/

Este blog en extincion queda funcionando solo como botella al mar.


Y por qué?


Porque...



No hubo forma de configurar la plantilla del blog para que pudiera ser leído por todos los que usan otro navegador distinto de Internet Explorer.
Teniendo en cuenta que cada vez son más las personas que usan otros exploradores, Mozilla Firefox, por ejemplo,
valió la pena tomarnos todo el trabajo de reconfigurar el blog.

Pronto tendremos que hacer bastante de ese trabajo de nuevo cuando quede en funciones mi pagina web... pero mientras tanto, con el cuaderno más o menos pasado en limpio, podremos empezar a actualizar. Tengo muchas cosas en carpeta para publicar asi que... iran llegando en los proximos dias y horas!!

Si quieren asegurar la suscripcion a las novedades... envien un mail a
titeresyteatroespontaneo@gmail.com

Nos "vemos"...

Estas arenas cálidas

agradeceran tu marca

BubbleShare: Share photos -
Dejando tu huella

Amigos especiales de la casa

viernes, 19 de octubre de 2007

¿Extrañás?

Hace un tiempo me llegó un mail contándome que en Youtube podía encontrar muchas versiones caseras de una publicidad argentina con una pegadiza canción llamada “El ritmo del verano”. (Les ahorro el placer, por eso no les pongo el link).
Una de las versiones caseras había sido filmada en una quinta con pileta. De repente, sentí “algo”. Hacía unos meses que estaba en Canadá así que seguía muy atenta a mis emociones. Algo en la imagen de la quinta, seguro, pero, ¿qué era? Sí, unos árboles, unos ¿álamos? ¿Eucaliptos? No sé, pero el ambiente de ese video me hizo recordar a la quinta de unos amigos nuestros de Chascomús. Vimos construir esa casa desde sus cimientos, es más, fuimos con ellos a elegir el terreno… Y pasamos muchos veranos y fines de semana y fines de año allí.
¿Son los árboles? No… no es un entorno geográficamente más lindo que éste, para nada. Es en todo caso la relación con estos amigos la que extrañamos. Esta historia compartida. Esto bien conocido.
Y de repente se hizo la luz dentro de mí: No extraño esos árboles, no. Estoy empezando a amar estos árboles de aquí. Lo que siento es la extraña sensación de percibir un entorno diferente: La escena cambió. Los colores son distintos. Los olores, los perfumes, los sonidos son distintos. Es algo diferente, es algo extraño.

Ahora me acostumbré. Este ambiente ya no me es extraño en muchos sentidos. (aunque en otros, seguramente lo será por siempre). Pero me sirvió muchísimo ampliar mi vocabulario. Los afectos necesitan palabras para expresarse. O al menos, nombrar dentro de nuestro mismo pensamiento, nos ayuda a dar sentidos. La multiplicidad de sentidos nos ayuda a procesar nuestras emociones. Y finalmente nos enriquece. Nos hace ganar en profundidad.

Cuando te pase, empezá a jugar con esas palabras y preguntate: ¿Estoy extrañando? ¿Me extrañan? ¿Me siento extrañada? ¿Estoy viviendo algo extraño? ¿Soy una extraña?

Las respuestas irán cambiando con el tiempo. Escribilas. Te sorprenderán.

lunes, 15 de octubre de 2007

Solución para los que están lejos?????

Nota del diario Clarín, del día de la fecha:

http://www.clarin.com/diario/2007/10/15/um/m-01519799.htm



"La solución para los que están lejos: una camiseta que abraza



La empresa CuteCircuit, especializada en la confección de ropa inteligente, creó la Hug Shirt. La prenda posibilita recibir a través de una conexión bluetooth abrazos de personas que se encuentran a varios kilómetros de distancia. Además, permite sentir la presión de quien lo brinda, el calor de su piel y hasta su ritmo cardíaco.

Que la tecnología acorta las distancias prácticamente nadie lo discute. Millones de personas esparcidas en todo el mundo se comunican instantáneamente con sólo hacer un click en un teléfono o una PC. No obstante, hasta ahora, nadie había podido suplir el contacto físico entre dos seres distantes. Eso fue hasta que la empresa estadounidense CuteCircuit especializada en la confección de ropa inteligente, creó una innovadora camiseta que abraza.Colocándose la Hug Shirt una persona puede recibir cálidos abrazos de alguien que puede estar, incluso, en otro país. Esto es posible porque la prenda cuenta con unos sensores que no sólo hacen sentir la presión del abrazo que es enviado, sino el calor de la piel y el ritmo cardíaco del que lo da.¿Cómo funciona? La camiseta tiene unos dispositivos que son activados a través de la conexión bluetooth del teléfono celular. Su dueño, debe haber previamente instalado el software HugMe, que será el que comunicará a la camiseta que el agasajado está recibiendo un abrazo. Para eso, quien lo envía también debe tener un móvil con ese software.Las abraza-camisetas usan baterías recargables y vienen en distintos diseños y colores. Como recomendación, sus creadores aseguran que necesitamos ser abrazados al menos 70 veces al día. ¿No será mucho?"





No todos pueden, pero para los que sí, a mí me parecen más sanos 70 abrazos que 70 cigarrillos diarios... Ahora bien, como no todos pueden acceder todavía a la camiseta inteligente...
qué tal ejercer otras tácticas para sentirse cerca y recibir y dar afecto, más allá o más acá de los kilómetros? Qué recursos tendremos para estar "en contacto"?

domingo, 14 de octubre de 2007

El miedo al cambio




Hay un stress que se produce por la exigencia de adaptarnos a lo nuevo, a lo diferente, a lo desconocido.
Solo por esas características de nuevo, diferente y desconocido uno podría pensar que se “gatillan” otras emociones subsecuentes como:

a) el temor

(en sus 4 variedades de : miedo, miedito, miedote y hasta pánico!),

b) la confusión

(con sus variantes de simple desconcierto hasta semi despersonalización:
“ya no encuentro lo que me rodeaba. Mi entorno cambio, como debo portarme?”

c) la desorganización hasta los extremos de percibir un grito interior de:
“Ay!! Que hago yo acáaaaaaaaa?????????”

Y en su versión “Escape”:
Me olvido instantáneamente de todo lo que me trajo hasta aquí y salgo corriendo.

Esta ultima versión obliga a realizar una operación psíquica posterior: cuando ya uno esta fuera de la situación angustiante, tendrá que explicarse de alguna manera la situación de huida anterior. Algunas personas podrán explicárselo adecuadamente, y eso producirá un crecimiento que les será verdaderamente aprovechable en situaciones futuras de stress. O bien, no podrán explicárselo y su psiquis les ayudara a inventarse una excusa que justifique la huida, una excusa seguramente errónea y poco aprovechable a efectos del aprendizaje y la ganancia de nuevos recursos, pero al menos útil en cuanto a dar algún significado a una experiencia de confusión que fue muy desorganizadora.

Esto puede aplicarse para cualquier situación de stress frente a lo nuevo o desconocido, no solamente en situación de inmigración.

Sin embargo, en cuanto a la situación de emigración, es bueno venir preparados y preparadas, en el sentido de haber pensado mucho y procesado todo lo posible las emociones, conversando, hablando con otros del tema, compartiendo los miedos con las personas con quienes uno va a compartir la experiencia (familia, pareja, novia o novio, etc.) y si fuera posible, asistiendo a algunas sesiones de trabajo psicoterapéutico para pensar y anticipar esas emociones.

Aún así, es bueno hacerse a la idea de que el stress será un cuco que se va a colar por los rincones, que va a aparecerte cuando menos te lo esperes. Y que va a ser mejor que te prepares a recibirlo, a alojarlo por unos momentos para poder preguntarle sobre tus temores más profundos…

lunes, 1 de octubre de 2007

Ya no sos mi Margarita... Ahora te llaman "Margot".

Hablando con Alejandra, otra itinerante, salió el tema de cómo cambian las relaciones con la gente (amigos, familia, conocidos)
Sí, sucede a veces que cuando tu vida cambia, cuando avanzás un escalón, cuando dejás atrás una relación poco saludable, cuando lográs ganarle a una adicción, cuando conseguiste un buen trabajo… cuando te recibís… cuando dejas tu país para emprender la aventura de ser inmigrante… ciertas personas de tu entorno se alejan. O, si no se alejan, lo que es peor, es que a veces te son hostiles, te atacan. Así, por debajo, como quien no quiere la cosa. Casi imperceptiblemente, pero lo suficiente como para que sientas que algo en la relación ha cambiado. Que ya no te tratan de la misma manera. Y muchas veces lo dudás, hasta te cuesta expresarlo, pero sentís que te agreden, te critican… quizá sientas el aguijonazo de alguna pequeña bromita irónica que no te arriesgás a calificar de agresiva pero que está ahí… recordándote que algo está pasando, que no sabés qué ni cómo… Pero que la cosa, es con vos.
Definitivamente, es con vos. Y no sabés qué hiciste para merecerlo. No podés explicarte tampoco lo que está pasando con el otro, justamente con “X” con quien la relación siempre estuvo bien y…

Es muy probable que no sea idea tuya. La primera vez, pasa. La segunda… pero muchas veces las sensaciones se suman y te convencés: algo cambió. Pero qué y por qué?

Para tranquilizarnos, para creer que manejamos nuestro entorno, que no estamos tan absolutamente a merced de los vaivenes de las circunstancias, los seres humanos necesitamos crearnos una representación del mundo que nos rodea. Nos creamos ideas, visiones que nos explican, que nos ayudan a pensar quienes somos nosotros y quienes “los otros”. Cuál es nuestro mundo y cómo es el ajeno. Andamos por la vida chequeando lo que los otros hacen para saber si nuestro rumbo es el correcto. Si mejoramos en nuestro “mirarnos al espejo”, necesitaremos menos de ese “chequeo” permanente, por arriba del hombro, a ver qué está haciendo el otro. Pero en algún rinconcito de nuestro ser, algo de eso hay.
Necesitamos, también, jugar las escenas de nuestras vidas en un teatro conocido. Queremos saber el guión y cuáles son los roles de los otros actores. Y si en el reparto de roles, a mí me tocó el del exitoso (por decir algo), es necesario que en mi escena… haya algún otro que sea el perdedor, así en el chequeo de los roles, sabré cual es la crucecita del piso que me marca dónde debo colocarme para que empiece la función.
Si de pronto, el perdedor cambia de juego, si de repente su discurso es otro… esto puede confundirme. Ya no sabré cómo tratarlo. No sabré cómo tratarme. No sabré quién soy.

A todos nos cuesta cambiar, pero para algunos… los cambios los hacen sentir verdaderamente en peligro.
Hay personas cuyo interior está en algún sentido un poquito débil. No pueden aceptar con alegría los cambios en los demás. Si a ellos mismos les cuesta demasiado cambiar, recibirán tus vientos de cambio con mucha incomodidad. Si algo en tu vida y tu imagen les hace preguntarse sobre sí mismos y en la comparación su propia estima les dicta que “salen perdiendo”… podrán atacarte o alejarse.
A veces, es mejor esto último.
Hasta la próxima!
.